Cualquier evento deportivo a nivel nacional simboliza una gran victoria para ese deporte, ya que reconoce el esfuerzo de sus deportistas y resalta la importancia de estas competiciones para atraer y motivar a más entusiastas. Por ello, el campeonato de España de ciclismo permite todos los años, desde su primera celebración, una reunión tanto de aficionados al deporte como de fans.
La creación de este campeonato, uno de los más famosos del país, tiene una historia fascinante que merece ser contada. Hoy repasamos su evolución hasta convertirse en el evento que conocemos y destacaremos algunos momentos históricos que han dejado una huella perdurable.
Todo empieza con un invento…
En este caso, el vehículo que nos interesa es, por supuesto, la bicicleta. Los primeros prototipos aparecieron a finales del siglo XVIII, pero eran muy diferentes de lo que hoy conocemos como bicicleta. Estaban hechos principalmente de madera y tenían una rueda delantera mucho más grande que la trasera. Estos diseños icónicos, que seguramente has visto en pósters vintage o en alguna película de época, son inconfundibles.
Para encontrar la primera bicicleta tal como la entendemos hoy en día, debemos remontarnos a 1817. En ese año, el alemán Karl Drais desarrolló un prototipo de madera con dos ruedas y un manillar para dirigirla. Sin embargo, carecía de pedales, por lo que el usuario debía impulsarla con los pies para moverse, lo que le restaba practicidad.
Sin embargo, este inicio sentó las bases para el modelo que se usaría en el futuro. A partir del invento de Drais, se realizaron diversas mejoras, como la incorporación de pedales, cambios de marcha y frenos, hasta llegar a una bicicleta similar a la actual. En 1861, el francés Ernest Michaux creó una estructura de hierro con pedales y una innovación muy importante: una cadena que transmitía la energía de los pedales a la rueda trasera.
Popularización
Con un vehículo como la bici inventado era lógico que no tardasen mucho en aparecer las primeras competiciones y a asentarse el ciclismo como deporte. Este comenzó a ganar popularidad en el siglo XIX porque también se crearon pistas para hacer carreras, de gran popularidad en EEUU y en Europa. Las primeras pistas eran de madera y serían lo que hoy conocemos como velódromos. Hay que tener en cuenta que las primeras bicicletas no estaban tan equipadas para ir por la calle y menos todavía por la montaña. Conforme se fueron perfeccionando pudieron recorrer más tipos de terreno.
Una de las primeras carreras, y por ello de las más importantes y que forman parte de la historia del ciclismo, fue la de París-Roubaix en 1896. Fue increíblemente dura y compleja por lo que acabamos de comentar, y es que las carreteras estaban en malísimas condiciones e incluso había caminos solamente de tierra. Fue muy complejo para los ciclistas y esos primeros intentos de bicicletas profesionales.
Pero no tardaría mucho en aparecer una de las competiciones de ciclismo más famosas de todo el mundo, especialmente en Europa. El Tour de Francia se creó en 1903 e inmediatamente se convirtió en una de las competiciones más famosas, tanto que se ha seguido celebrando todos los años desde su creación. Los únicos 2 momentos donde se tuvo que suspender fue durante las 2 guerras mundiales.
Además de este tipo de competiciones, entre ellas el campeonato de España de ciclismo que explicaremos más adelante, el deporte ha llegado también a más altas esferas, como los Juegos Olímpicos. El hecho de que el ciclismo se incluyese como competición significó un reconocimiento incalculable a los deportistas y el resto de técnicos. Se ha acabado convirtiendo en uno de los deportes que más se espera en estas competiciones. Los juegos de Río de 2016, por ejemplo, contaron con 18 pruebas de ciclismo de distintas disciplinas (ruta, pista, BMX, ciclismo de montaña, etc.).
Llegamos al campeonato de España de ciclismo
Aunque el Tour de Francia sea el primero, no es el único. El campeonato de España de ciclismo también tiene una larga historia y recorrido, ya que comienza su viaje en 1897, en Barcelona. Desde entonces, esta competición anual ha reunido a los mejores ciclistas españoles para disputar el título nacional en diversas disciplinas, como ruta, contrarreloj y ciclocross. Este evento, uno de los más importantes del calendario ciclista español, ha visto coronarse a grandes campeones a lo largo de su historia.
El Campeonato de España de ciclismo ha ido evolucionado para acompañar a todos los avances sociales que vivía el país, convirtiéndose en una de las competiciones más destacadas del panorama ciclista nacional. Los campeonatos se disputan en diferentes categorías, que abarcan desde élite hasta sub-23, junior y máster, permitiendo que ciclistas de todas las edades compitan en sus respectivas divisiones. Esta estructura inclusiva no solo fomenta la participación general, sino que también ayuda a identificar y desarrollar talentos emergentes en el ciclismo español.
Además del prestigio del título en juego, el Campeonato de España de ciclismo ofrece una plataforma crucial para que los ciclistas demuestren su talento y se midan con los mejores competidores del país. No podemos pasar de largo que esta competición es un escaparate para que ciclistas noveles puedan llamar la atención de equipos profesionales y de patrocinadores.
Por eso muchos deportistas emplean estos eventos para hacerse un nombre y un hueco a nivel incluso internacional. Muchos de ellos pueden llegar a representar a España en otras competiciones, incluso para los JJOO. El éxito del Campeonato de España de ciclismo ha sido tan arrollador que las únicas veces que no se ha celebrado desde su inicio fueron en 1937, debido a la Guerra Civil, y en 2006, a causa de un boicot de los ciclistas.
Pioneras
Si hablamos de ciclismo y de cualquier deporte tenemos que hablar también del doble esfuerzo que han tenido siempre que hacer las mujeres para formar parte de las competiciones y que se les reconozca como deportistas. Además de entrenar diariamente y cumplir todos los requisitos siempre han tenido que esforzarse de más para tumbar mitos piedras en el camino impuestas por la sociedad.
Para entender el viaje del ciclismo femenino en España hay que contextualizar, pues el primer equipo de mujeres ciclistas apareció en la década de 1980, el equipo profesional Orbea-Etxeondo. De hecho, 5 años más tarde ya contaban con ciclistas de gran importancia en el futuro como Iosune Gorostidi. No fue nada simple, pues el ciclismo femenino estaba solo dando sus primeros pasos. De hecho, el primer campeonato que incluía a mujeres en España se había celebrado en 1979 en Zaragoza, donde la ciclista cántabra Mercedes Ateca se alzó con la victoria. Mercedes Ateca y la catalana Monserrat Torres fueron las primeras españolas en participar en un campeonato del mundo, en Colonia, en 1978.
La colaboración entre Orbea y Etxeondo permitió que sus ciclistas compitieran en diversas carreras en Francia, incluyendo el prestigioso Tour de l’Aude, y que pudieran dedicarse profesionalmente al ciclismo. Esta unión no solo permitió el crecimiento de estas atletas, sino que también abrió el camino para que futuras ciclistas españolas pudiesen vivir de este deporte, fuesen reconocidas y alcanzasen el éxito internacional. Algunos otros ejemplos de pioneras son Dori Ruano, campeona del mundo en la prueba de puntuación en pista, y Marga Fullana, ganadora de una medalla de bronce en ciclismo de montaña en los Juegos Olímpicos.
¿Qué nos depara este año?
Ahora que ya hemos hecho un repaso por la historia del campeonato de España de ciclismo, entramos en detalle en la siguiente convocatoria de 2024. Madrid será la ciudad en la que se celebrará el evento, que reunirá a la élite y sub-23 de ciclismo en carretera. El rotundo éxito que ha conseguido ha hecho que la competición acabe volviendo a la capital española y repita.
El campeonato partirá de San Lorenzo de El Escorial para acabar en ese mismo punto. Galapagar será el epicentro de las contrarrelojes y el comienzo de la competición será, como ya viene siendo tradición, el fin de semana previo al Tour de Francia. Por lo tanto, el viernes 21 de junio se disputarán las contrarrelojes individuales para las categorías élite UCI (élite masculina, élite y sub-23 femenina, y sub-23 masculina). El sábado 22 tendrán lugar las pruebas en línea para las categorías élite y sub-23 femenina y masculina. Luego solamente queda el domingo, día en el que se llevará a cabo la prueba en línea élite UCI (élite masculina).
Las tres contrarrelojes tendrán el mismo recorrido de 33,4 km con 380 metros de desnivel acumulado. Se iniciarán y finalizarán en Galapagar, reservadas para especialistas y ciclistas de gran fortaleza. Después de unos primeros kilómetros relativamente fáciles, los ciclistas llegarán a El Escorial, enfrentándose a un tramo de ascenso continuo que podría resultar determinante en el resultado final. Los últimos kilómetros en Galapagar presentarán dos repechos que podrían marcar la diferencia antes de cruzar la meta.
La prueba en línea élite y sub-23 femenina serán 116,8 km y más de 1.800 metros de desnivel. Comenzará en El Escorial, donde el pelotón femenino dará 3 vueltas a un circuito largo que pasará por Valdemorillo y Navalagamella y subirá hasta Fresnedilla de la Oliva en cada vuelta antes de regresar al punto de inicio. Luego deberán realizar 2 vueltas a un circuito corto dentro del municipio antes de llegar a la meta en la avenida de Juan de Borbón y Battenberg, frente al Monasterio.
Los ciclistas de la categoría sub-23 masculina harán un recorrido de 160,8 km con más de 2.700 metros de desnivel. Darán 4 vueltas al circuito largo, 4 ascensiones a Fresnedilla de la Oliva y 3 giros al corto. Esto significa que harán un doble ascenso a la subida inicial a Abantos antes de conocer finalmente al ganador.
Este tipo de eventos, además de celebrar el deporte y el esfuerzo de los implicados, también contribuyen a la promoción y desarrollo del ciclismo en España, inspirando a nuevas generaciones de ciclistas y fortaleciendo la cultura del ciclismo en el país. Son decenas de ciudades diferentes las que cada año tienen el honor de acoger el campeonato, lo que no solo resalta la belleza y diversidad del país, sino que también fomenta el turismo deportivo y la economía local.
Y, por supuesto, todo esfuerzo merece una recompensa. Para eso están las competiciones y los trofeos, porque es necesario que exista una recompensa al esfuerzo y a la actitud y deportividad que muestran la mayoría de nuestros deportistas. Por ello queremos darles las gracias y en Trofeus ABM los diseñamos y confeccionamos de forma completamente artesanal y con mimo.
Porque lo que realmente importa es la emoción que le ponemos al evento y a la celebración del deporte, no importa si el trofeo es grande o pequeño. Solamente tienes que contarnos tus condiciones para que nuestro equipo se ponga manos a la obra para crear y personalizar el que elijas.