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El campo de fútbol: su legado cultural y los más sorprendentes

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El campo de fútbol es uno de los lugares más emblemáticos de todos los tiempos. Su forma, inspirada en la antigüedad, y el deporte que se practica en él lo han convertido en un símbolo reconocible en todo el mundo. No es de extrañar que el fútbol sea el deporte más popular a nivel mundial. 

 

Y, al igual que en cualquier otro deporte, el diseño del campo donde se juega está meticulosamente estudiado para mejorar la experiencia tanto de los deportistas como de los aficionados. Aunque su aspecto moderno nos pueda recordar a un coliseo, el camino de su evolución es único. Algunos de estos campos representan verdaderas obras maestras de ingeniería arquitectónica. Ya seas aficionado del deporte o no, la innovación y originalidad de un campo de fútbol pueden cautivar a cualquier persona. Y si tienes dudas al respecto, ¡te invitamos a que lo compruebes por ti mismo! ¡Vamos allá!

 

Más que un deporte

 

El fútbol tiene un atractivo peculiar, ya que siempre ha sabido captar la atención de personas de todas las edades y procedencias. Es un deporte que ha resistido el paso del tiempo y que une a aficionados de todo el mundo en torno a sus equipos. Pero, ¿dónde está su origen? Para muchos puede ser sorprendente descubrir que se tiene constancia del primer juego que podría considerarse como fútbol en el Lejano Oriente.

 

Los orígenes 

 

Concretamente en el 200 a.C, en China. Se trata de una de las formas más antiguas documentadas de este juego. Aunque por aquel entonces no tenía el nombre por el que lo conocemos hoy en día. Se conocía como cuju y se comenzó a jugar durante la dinastía Han. Las normas eran muy parecidas a las actuales: los jugadores tenían que patear una pelota de cuero hacia una pequeña red.

 

Sin embargo, aunque es posible que el cuju sea la forma de fútbol más antigua, no es la única. Alrededor de todo el mundo comenzaron a aparecer formas primitivas de este deporte. Su simplicidad y los pocos medios que realmente hacen falta para jugar a él lo hicieron increíblemente popular. 

 

De ahí que en Grecia también podamos encontrar una ‘variante’, el episkyros. Este juego data de alrededor del siglo III a.C. y consistía en lanzar y atrapar una pelota entre 2 equipos, algo que seguro nos recuerda al moderno y conocido fútbol. Roma, la ciudad vecina, jugaba también a un juego parecido llamado harpastum. Este contaba con una pequeña diferencia, y es que su práctica era mucho más dura y se centraban en la fuerza física.

 

La unificación: un camino hacia el deporte global 

 

Todas las variantes que hemos mencionado son antecedentes del fútbol moderno que reconocemos fácilmente en la actualidad. Sin embargo, el principal desafío radicaba en que cada región tenía su propio estilo de juego. No existía una regulación universal ni un estándar de campo que se aplicara en todo el mundo, lo que dificultaba mucho la posibilidad de competir contra equipos de otras partes del mundo.

 

De ahí que comenzase a desarrollarse una necesidad de unificación. Fue en las islas británicas donde se conformó el fútbol tal y como lo conocemos hoy día. De los siglos XVIII a XIX se conformaron formalmente las reglas que lo compondrían y se crearon los primeros clubes y ligas de fútbol. Desde ese momento el fútbol ha experimentado un crecimiento masivo en popularidad y se ha convertido en uno de los deportes más practicados y seguidos en todo el mundo.

 

Los primeros estadios

 

Su gran popularidad creó también una nueva necesidad.  Había que construir espacios capaces de albergar a una gran cantidad de espectadores. Estos deberían poder disfrutar del partido sin entorpecer el juego de los deportistas, por lo que la forma del campo de fútbol tendría que poder solucionar todos los inconvenientes.

 

En un inicio, el lugar era poco importante. Bastaba con un terreno plano o  una pradera en la que fuese viable jugar el juego. Pero con la búsqueda de la estandarización del propio juego, también se crearon reglamentos para los campos de fútbol. Estos estándares incluían dimensiones específicas para el campo, líneas de demarcación, porterías y áreas de penalti, entre otros.

 

Los principios del fútbol moderno

 

En los primeros tiempos del fútbol organizado, los campos de juego a menudo se encontraban en áreas abiertas dentro de las comunidades locales, como parques o campos de recreo. Con el tiempo, se construyeron estadios específicos para albergar partidos de fútbol, algunos de los cuales se convirtieron en lugares emblemáticos y símbolos del deporte en todo el mundo.

 

Como hemos comentado anteriormente, fueron las islas británicas las que conformaron el fútbol actual. Por ello, es lógico suponer que fue en algún país del Reino Unido donde también se creó el primer campo de fútbol. La universidad de Cambridge, además de almacenar algunos de los libros y documentos más brillantes del mundo, también tiene entre sus logros haber organizado algunos de los primeros partidos de fútbol en campos abiertos dentro del campus (siglo XIX).

 

Y sin salir de Gran Bretaña, en 1857 se fundó uno de los clubes de fútbol más antiguos del mundo, el Sheffield Football Club. Este equipo jugaba sus partidos en terrenos abiertos en Sheffield, aunque no se ha podido identificar un campo específico como el primero en esta zona.

 

El primer campo de fútbol permanente como tal sí lo tenemos localizado. Se construyó en 1877 en Inglaterra. Conocido como Bramall Lane, este estadio tenía capacidad para 30,000 espectadores y fue el primero en ser construido exclusivamente para fútbol. Esta construcción marcó el punto de partida para la construcción de estadios en todo el mundo, muchos de los cuales se convirtieron en destacadas obras de arquitectura.

 

La formalización de los campos

 

Como hemos comentado, la popularidad del deporte hizo necesaria la creación de una serie de reglas que establecieron el deporte y permitiesen a personas (aficionados y jugadores) de todo el mundo entenderse y jugar juntos.

 

Para eso también se creó la FIFA, el órgano que regula el fútbol a nivel mundial. Se encarga de organizar torneos como la Copa del Mundo, desarrollar el avance del deporte y promover el juego limpio y la igualdad. Dentro de sus funciones también está la de crear normas para el propio campo de fútbol.

 

Este, con una pista de césped (aunque puede variar), debe medir entre 91 y 119 metros de largo por 46 a 91 metros de ancho, según los estándares establecidos. De hecho, aunque puede que suene extraño existen diversos tipo de campos, cada uno con características particulares que los hacen únicos:

 

 

Estadio cubierto

Está equipado con una cubierta que protege a espectadores y al propio terreno de juego de cualquier condición climática adversa. El hecho de que esté tapado permite que los eventos deportivos y otras actividades se realicen sin interrupciones debido al clima.

 

Estadio multiusos

Su diseño está pensado para albergar multitud de deportes y eventos, sin que sea necesario limitarse exclusivamente al fútbol. Pueden adaptarse fácilmente para acoger competiciones de fútbol, baloncesto, conciertos, etc., ofreciendo flexibilidad en su uso.

 

Estadio olímpico

Como su propio nombre indica, este tipo de estadios se crean con la misión de albergar los Juegos Olímpicos.  De ahí que tengan unas necesidades distintas y cuenten con instalaciones completas para una amplia gama de deportes. Además de las competiciones de atletismo y fútbol, pueden incluir pistas de carrera, piscinas, campos de tenis y otras instalaciones deportivas necesarias para que se celebre la mayor fiesta del deporte.

 

El campo de fútbol, con el paso del tiempo y la popularidad masificada del deporte, ha tenido que ir variando para adaptarse a la vida moderna y sus necesidades. Sin embargo, cualquier cambio deberá estar aprobado por la FIFA y dentro de sus reglas. Las porterías, por ejemplo, deberán constar siempre de 2 postes verticales separados por 7,32 metros y unidos por un travesaño a una altura de 2,44 metros, completándose con una red que cubre la parte trasera de la portería.

 

Otro tema del que hay que hablar es de la pelota. Seguro que todo el mundo sabe cómo debe ser, pero también en este caso hay que dejar claras unas normas. Su circunferencia deberá oscilar entre los 68 y los 71 centímetros, con un peso de 396 a 453 gramos.

 

El juego siempre estará dirigido por un árbitro asistido por 2 de sus asistentes. Esta forma de jugar se estableció en 1996 y no ha cambiado desde entonces. Habitualmente, el partido completo se divide en 2 tiempos de 45 minutos, con un descanso mínimo de 5 minutos, aunque este suele extenderse a 15 minutos.

 

Los campos de fútbol más originales

 

El campo de fútbol ha ido transformándose con el paso del tiempo. Además de la practicidad, hoy en día se busca la estética, mostrar un mensaje, pero que además también sirva en ocasiones para albergar otros eventos. Por eso los estadios han evolucionado para adaptarse a espacios únicos, creando verdaderas joyas de la arquitectura. ¿Quieres conocer algunos de los más curiosos?

 

Noruega

 

Sobre el círculo polar ártico, en el archipiélago de las islas Lofoten en Noruega, se halla un campo de fútbol considerado como el más insólito del mundo. Es sorprendente que el deporte más popular del planeta pueda practicarse en un entorno tan único.

 

© Anastasiia Shavshyna _ Getty Images
© Anastasiia Shavshyna _ Getty Images

 

Madrid

 

En la capital se encuentra el icónico estadio Santiago Bernabéu, hogar del Real Madrid Club de Fútbol. Con capacidad para más de 80,000 espectadores, este estadio ha sido reconocido por la UEFA como un estadio de élite. Además de albergar partidos, el Bernabéu exhibe trofeos y reliquias relacionadas con la historia del club, y actualmente está en proceso de una importante remodelación que se espera finalice para la próxima temporada.

 

China

 

En la provincia de Guizhou, al suroeste de China, se encuentra un centro deportivo en la isla artificial de Duyun, construido en 2021. Este complejo cuenta con una piscina, una cancha de baloncesto y un campo de fútbol, ofreciendo instalaciones deportivas modernas en un entorno único y artificial.

 

© Wu Dongjun _VCG via Getty Images
© Wu Dongjun _VCG via Getty Images

 

Barcelona

 

El Camp Nou, ahora llamado Spotify Camp Nou (Barcelona), es un símbolo de la ciudad y uno de los estadios más famosos de España. Con capacidad para casi 100,000 personas, es el más grande de Europa y uno de los más grandes del mundo. Reconocido como estadio de élite por la UEFA, sus gradas han sido testigo de impresionantes mosaicos históricos. Como con el campo de Madrid, también cuenta con un museo en el que se exhiben los trofeos y logros del equipo a lo largo de toda su historia.

 

Desarrollo urbano 

 

Además, para los amantes del deporte, un campo de fútbol también influye en la ciudad o zona en la que se edifica. Desde una perspectiva económica, puede generar ingresos significativos a través del turismo, la venta de entradas y la publicidad, impulsando asimismo la industria local. Los estadios también suelen servir como un punto de reunión para la comunidad, fomentando un sentido de identidad y creando un ambiente de celebración durante los eventos deportivos. 

 

En términos de desarrollo urbano, la construcción de un estadio y sus instalaciones asociadas puede revitalizar áreas urbanas subdesarrolladas, generando empleo y atrayendo inversiones. Eso sí, deberemos tener siempre en cuenta el impacto ambiental de su construcción. Si no se gestiona adecuadamente puede haber consecuencias graves, como la pérdida de espacios verdes y el aumento del tráfico. Todos los protocolos sostenibles suelen implementarse actualmente para minimizar la huella ambiental del estadio y maximizar su contribución positiva a la ciudad.

 

Un evento como puede ser un partido de fútbol tiene que tener, por supuesto, un lugar adecuado, pero con ello no queremos decir que deba ser un campo de fútbol de último diseño. Muchas veces los mejores momentos se pueden vivir en el patio de casa o en el parque de la zona en la que vivimos. Eso sí, no nos puede faltar un pequeño premio siempre. ¿Quién dice que los trofeos tienen que ser enormes? Nunca debería faltar algún reconocimiento al esfuerzo de un deportista, y por eso en Trofeos ABM nos dedicamos a la máxima personalización de medallas y trofeos para cada persona y ocasión. Somos diseñadores y fabricantes, por lo que controlamos la mayor parte posible del proceso de fabricación para que todo sea un éxito.

 

Si quieres preguntar por algún diseño en concreto o quieres que tus trofeos o medallas lleven el color y el logo de tu equipo, solamente tienes que ponerte en contacto con nosotros. No te preocupes porque te asistiremos durante todo el proceso para que tengas el producto que necesites, ¡y premies a los deportistas como se merecen!