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Explorando la historia y la diversidad de las placas de Barcelona

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Tabla de contenidos

La historia puede apreciarse en los elementos más pequeños. Muchas veces son los que más conservan la evolución de la sociedad o de un lugar concreto. La transformación de sus edificios y la modernización de carreteras y vehículos nos habla de su avance, pero existen todavía pequeños recuerdos de su pasado, si sabemos dónde mirar. Las placas de Barcelona son uno de esos tesoros que consagran la historia y nos recuerdan de dónde vienen todos esos nombres tan curiosos que nos ayudan a orientarnos y a encontrarnos con nuestros conocidos.

 

Como en Trofeus ABM nos dedicamos a la creación de placas similares y a otro tipo de premios y emblemas, es lógico que queramos saber más de esa historia y de lo que supone para todos los habitantes de la ciudad condal entender lo que se ha convertido en patrimonio histórico.

 

¿Qué son las famosas placas de Barcelona?

Si nos damos una vuelta por algunas de las callejuelas más antiguas y con encanto de Barcelona, veremos que algunas de sus esquinas conservan antiguas placas callejeras, imperecederas, en las fachadas de la ciudad. Estas han sido y son testigos vivientes de épocas pasadas, guardando en su hierro y cerámica, historias olvidadas. 

Lamentablemente, son pocas las que han logrado mantenerse imperturbables, pues en su momento no fueron valoradas como merecían. Otras, tristemente, han desaparecido, víctimas del vandalismo que buscaba borrar impunemente cualquier rastro de tiempos pre-democráticos o del ansia de los coleccionistas que anhelan llevarse un pedazo de historia.

Su objetivo siempre fue sencillo, pues debían simplemente mostrar el nombre de la calle para que la gente pudiese orientarse por una ciudad tan grande y compleja como Barcelona. Las placas son una mezcla de lo práctico y lo estético, y en muchos casos también reflejan el carácter histórico y cultural de Barcelona. Algunas de las más antiguas tienen un valor patrimonial significativo y son parte del encanto de caminar por la ciudad.

 

La muestra del paso del tiempo

Entre finales de los años setenta y principios de los ochenta, la ciudad vivió una transformación que marcó el renacimiento de su identidad. Se renovaron todas las placas de Barcelona de las calles, un gesto que no solo recuperó la nomenclatura en lengua catalana, silenciada durante tantos años, sino que también borró las huellas de un pasado marcado por el franquismo. Los nombres que antes honraban acontecimientos y personajes ligados a esa época fueron sustituidos por otros más acordes a los valores de un estado democrático.

Las viejas placas, arrancadas de las paredes que habían decorado durante décadas, fueron amontonadas en un almacén, tratadas como si fueran simple chatarra, para luego ser destruidas. Sin embargo, algunas de estas reliquias han logrado sobrevivir al paso del tiempo, no por intención, sino por descuido de las brigadas encargadas de retirarlas o porque se encuentran en pasajes ocultos y paredes de difícil acceso, donde permanecen invisibles a primera vista, custodiando en silencio los recuerdos de una Barcelona que ya no existe.

Así pues, sin llamar mucho la atención, se han acabado convirtiendo en un emblema más de la ciudad. Con ellas podemos observar un pedazo del pasado y entender en su diseño una mentalidad. De ahí que evolucionasen conforme lo hacía la ciudad y sus gentes.

 

Las placas de Barcelona durante el cambio de los siglos

Como hemos comentado, las placas de las calles de Barcelona han ido evolucionando a lo largo de los siglos, reflejando tanto los cambios en la estética urbana como las necesidades funcionales de la ciudad. Veamos cómo muestran el paso del tiempo:

Siglo XIX

Esta época supuso el nacimiento de las primeras placas de las calles de Barcelona, concretamente durante la expansión de la ciudad con el Pla Cerdà. Las de este siglo estaban hechas de piedra o mármol y eran sencillas. Las letras estaban grabadas en la piedra, con una tipografía clásica y en relieve. Generalmente, el fondo era del color natural de la piedra y las letras eran más oscuras para contrastar. Estas placas se colocaban directamente en las paredes de los edificios, a una altura visible.

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Finales del siglo XIX y principios del XX

A medida que la ciudad creció se introdujeron placas de cerámica esmaltada. Eran rectangulares, con un fondo blanco y letras azules. El diseño era más ornamental y algunas incluían bordes decorativos. La tipografía seguía siendo bastante formal, pero más estilizada que en las versiones anteriores. El fondo blanco y las letras azules se convirtieron en un estándar durante esta época y algunas comenzaron a incluir detalles decorativos, como marcos geométricos o florales.

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Mediados del siglo XX

En esta época comenzó a adoptarse el metal en las placas de Barcelona, especialmente el hierro fundido y el aluminio, como material principal. Así eran más duraderas y fáciles de producir en masa. La tipografía se volvió más funcional y menos decorativa, con un enfoque en la legibilidad. El esquema de colores seguía siendo fondo blanco con letras azules, aunque en algunas zonas de la ciudad comenzaron a aparecer placas con letras negras sobre fondo blanco. El diseño se simplificó aún más, eliminando casi todos los elementos decorativos en favor de la funcionalidad.

Finales del XX y principios del XXI

A finales del siglo XX, las placas comenzaron a fabricarse también en materiales más ligeros y resistentes, como el PVC o el aluminio anodizado. La tipografía se modernizó aún más, con letras sans-serif que eran fáciles de leer. Algunas placas modernas comenzaron a incluir el nombre de la calle en catalán y castellano, reflejando la diversidad lingüística de la ciudad. Aunque el fondo blanco con letras azules sigue siendo común, también se han utilizado otros esquemas de color en zonas específicas para resaltar la identidad del barrio. La producción se ha estandarizado, y la colocación se realiza de manera uniforme, generalmente a una altura fija para facilitar la visibilidad.

 

Conservando la historia

Las placas de Barcelona son un recuerdo del paso del tiempo y la evolución de la ciudad y de todos sus habitantes. Su conservación ayuda al patrimonio y a no olvidar la historia para no repetirla de nuevo, por lo que actualmente pueden catalogarse varias tipologías de placas:

Placas históricas

En las zonas más antiguas de la ciudad, como el Barrio Gótico, se conservan aquellas que han sido restauradas para preservar su valor patrimonial. Estas placas a menudo tienen inscripciones en latín o en el antiguo catalán y son apreciadas como parte del patrimonio cultural de Barcelona.

Placas contemporáneas

Hoy en día, el diseño de las placas es principalmente funcional, con un enfoque en la claridad y la durabilidad. Son más homogéneas en estilo, aunque algunas áreas de la ciudad continúan utilizando diseños específicos que reflejan la historia y el carácter del barrio.

 

Guía por las placas más antiguas de Barcelona

Las placas más antiguas, que se remontan al menos a 1855, presentan el característico diseño en el que en la parte superior aparece el número del distrito y del barrio. En algunos casos incluso se especifica la manzana, mientras que el nombre de la calle o plaza se encuentra en la parte inferior. Sin embargo, con la nueva división administrativa municipal aprobada en 1878, el formato cambió. El nombre de la calle o plaza pasaría a ocupar la parte superior, mientras que el distrito y el barrio se trasladaron a la parte inferior, esta vez sin numeración, adoptando en su lugar un nombre.

Si queremos observar estas pequeñas gotas de historia, en el corazón de Ciutat Vella, sobreviven las placas más antiguas de Barcelona, datadas del siglo XIX. Estas joyas, hechas de mármol con letras grabadas o de cerámica con letras pintadas, presentan contornos sinuosos que desprenden un delicado toque artístico. Sus letras negras sobre fondo blanco aún resisten el paso del tiempo y es en este distrito donde tienen mayor presencia.

Esta misma zona alberga otros rótulos no menos importantes, como las señales de entrada y salida de carruajes, cerámicas artísticas, figuras santorales y placas conmemorativas que honran a personajes célebres que nacieron o vivieron en este lugar. Todo el conjunto de iconos convierte las calles y plazas del distrito en un auténtico museo de historia al aire libre, donde cada rincón cuenta una historia y cada esquina guarda un secreto del pasado.

Aunque hoy en día se conservan muchas de estas placas y parecen ser respetadas como parte del paisaje histórico, no podemos olvidar que muchas fueron destruidas durante el proceso de renovación de la nomenclatura, a pesar de su innegable valor histórico. Estas placas constituyen una auténtica fuente documental, revelando las antiguas divisiones administrativas de la ciudad, incluso en una época en que las viejas murallas aún estaban en pie.

Ofrecen también un fascinante vistazo a la forma en que se escribía siglos atrás, conservando palabras catalanas sin traducir en las rotulaciones en castellano, lo que nos recuerda cómo la lengua y la cultura se entrelazaban en el pasado. Es como si cada placa, con sus letras y nombres, contara una historia de tiempos pasados, conservando la esencia de una Barcelona que aún susurra sus secretos a quienes prestan atención.

 

Cuenta con Trofeus 

Una simple placa puede simbolizar siglos de historia y momentos de la misma que marcaron a la ciudad que las alberga. De ahí que se hayan convertido en un emblema de Barcelona y que se puedan utilizar para homenajear no solamente a la ciudad, sino a cualquier persona, en forma de premio. En Trofeus ABM sabemos del poder de los reconocimientos, y por eso llevamos más de 35 años en el mundo del Trofeo y 25 en el del regalo promocional. 

 

Ahora nos hemos embarcado en este nuevo proyecto diseñadores, artesanos, técnicos y grandes profesionales para diseñar de forma personalizada de medallas y trofeos para cada cliente, adecuados para cada ocasión, también de placas. Si quieres crear una que, como las placas de Barcelona, conserve para siempre una pequeña parte de tu historia o de un familiar o amigo, solamente tienes que ponerte en contacto con nosotros para que podamos comenzar nuestro proceso de creación artesanal. ¿Hablamos?